miércoles, 19 de enero de 2011

Mercy...


Cuando nos conocímos, ambas teníamos vendas en los ojos...
pero existía una diferencia, tu podías ver a traves de ellas y/o quitartelas, en cambio , yo no...
mis vendas son parte de mi piel...
Con el tiempo, un día quitaste tus vendas y me viste, me conocíste, supiste todo de mi...
más yo aunque hiciera el intento de poder quitarlas, sólo era en vano...
yo solo confiaba en tus palabras, en tus gestos, en como me tratabas y te comportabas...
para más ni siquiera puedo ver a traves de ellas y nunca he entendi por qué tu en ocaciones,
a pesar de yo no poder ver absolutamente nada, cubrias mis ojos con tus manos y a veces dejabas entrar algo de luz en ellos...
Tenía demasiada curiosidad por ver cómo eras, saber quién eras, pero algo me decía que si quitaba mis vendas,
al mirarte, no existirías o estarías cubierta entera...
Una noche me dijiste que quitarías mis vendas, que no me iba a doler, para poder conocerte...
suavemente empezaste a quitarlas quedando a cada lado de mis ojos dos pequeñas heridas...
Lo primero que ví fuerons tus ojos, hasta el día de hoy recuerdo aquella mirada, fija, fuerte, pero a la vez cálida y dulce...
Al otro día no entendía por qué ya no podía volver a verte,
las heridas a los costados de mis ojos me dolían demasiado...
se habían agrandado... me sentía mal por el dolor y por haber confiado en ti,
que dijiste que no me dolería, para más me privabas de poder volver a verte....
Creía que si te volvia a ver, la herida desaparecería, pero no me lo permitiste.
lo unicó que se me ocurrió hacer era volver a poner la venda en mis ojos para poder cerrar la herida
y así lo hice... y sólo guardé en mis recuerdos aquella hermosa vista...
Pasó el tiempo, volvi a confiar en ti... el dolor había desaparecido
hasta que una noche volviste a quitar mi venda,
volviendo a dejar al descubierto mis heridas...
dijiste que esta vez no dolería y me dijiste que la vez anterior no había sido intensión tuya que me doliera...
confie en ti y por eso dejé que las quitaras...
No niego que tenía miedo de que volviera a pasar lo mismo que la vez anterior, pero aun asi accedi..
volvía a observar aquellos maravillosos ojos que pensaba jamás volvería a ver...
tenía la esperanza de que al otro día podría seguir viendote y admirando tus ojos...
Llegó el otro día, te busqué y no podía encontrarte, sólo me quedé esperando hasta que aparecieras...
Lo hiciste, pero no pude verte, mis costados de los ojos comenzaban a sangrar nuevamente,
esta vez, eras tu la que estaba cubriendo mis ojos con mi venda y la volvias a colocar allí...
Pregunté por qué volvías a ponerme la venda si tu habías sido quien la había sacado
y sólo me respondíste: Lo siento....
y te fuíste.

Empecé a llorar, y mis lagrimas comenzaron a mezclarse con la sangre que corria por los costados de mis ojos...
dolía, dolía más que antes, pero ya no dolía por el hecho de no poder verte a los ojos nuevamente,
sino por el hecho de haber dejado que quitaras mis venda nuevamente y haber perdido toda la magia
que giraba en torno al ti al no poder verte...y tambien por el hecho de que me di cuenta de que despues de aquellas noches
ocupabas una máscara y gracias a ella eras capaz de decirme que no volvería a verte jamas, ya que aquellas noches en las
que quitabas mis venda, podía ver, al igual que tus ojos, tu real rostro...
¿Cómo supe que esa era una máscara?
Porque tu mirada contrastaba con lo que decía tu rostro y con tu mirada podía ver lo que realmente sentías...
pero te escondías tras ella no sé por qué motivo...

He vuelto a tener las vendas que cubren mis ojos...
por más que quiera volver a verte,
creo que ya no permitiré que las quites más...
quizás alguna vez las quite por mi cuenta sólo para pedirte que me expliques por qué cubres mis ojos...
y quizas desde ese momento deje de usar vendas y poder verte tal como eres y si tengo que arriesgarme
a que al quitarlas ocurra aquello que temo, lo haré y cada día dulcemente ire quitando cada venda que te cubre
y no dejaré ninguna herida en ti... porque sé lo que duele una herida asi...

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